Tras su independencia y el boom del turismo internacional, las Islas Maldivas comenzaron a recibir los primeros turistas extranjeros. Los italianos fueron quienes descubrieron este destino para sus vacaciones y son quienes aún hoy en día ocupan la primera posición en número de visitantes. Los europeos representan la mayoría de los visitantes (75% de los mismos), predominando los provenientes de Italia (20%), Reino Unido (18%) y Alemania 12%, aunque también hay un buen número de turistas de economías desarrolladas de Asia como Japón y Singapur.
El gobierno de las islas tuvo miedo de que su país perdiera sus costumbres y forma de vida a causa de la llegada masiva de turistas. Quiso hacer un estudio para ver si era viable explotar el país turísticamente. La consultora a la que habían encargado el estudio dijo que era totalmente inviable explotar el país para tener un turismo de masas, ya que provocaría impactos irremediables tanto al medio ambiente como a la cultura del país y a la población local. Dicha compañía hizo varias recomendaciones a las islas, recomendaciones que se han cumplido, y son las siguientes:
- Separar la población local de la turista, dedicando las islas deshabitadas al turista. Esto plantea una duda, ya que si se separa la población local, significa que éstos no pueden tener negocios turísticos, por tanto la población local, aunque conserva su cultura casi intacta, no se enriquece con los turistas que visitan su país.
- Admitir un número limitado de turistas al año. Esto ha provocado un aumento de los precios para ir a las islas, ya que, quien tiene más dinero es el que puede ir a disfrutar del paraíso tropical.
- Mantener el entorno natural en las mismas condiciones que se encontraba antes de la turistificación.
- Destinar parte de los ingresos del turismo a la conservación de las islas.
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