lunes, 14 de noviembre de 2011

Palmira y Alepo


Conocida desde el siglo XIX a.C., fue la escala de los comerciantes que recorrían la Ruta de la Seda. Ésta ciudad-estado, fue en su máxima esplendor reinado por la reina Zenobia, la Cleopatra de Siria. En el siglo III consiguió extender sus dominios y hacer frente a la todopoderosa Roma. Como toda ciudad antigua encontramos un ágora y diferentes templos. El de Nabú, el dios de los oráculos y frente al arco, el templo de Bel, cuyo inmenso patio de 210 por 205 metros repleto de columnas deshechas por el viento es el fiel reflejo de las guerras históricas de la ciudad. Así, este templo pasó de lugar de sacrificio en honor al dios Bel a ser una iglesia en la época bizantina, una fortaleza con los árabes y una mezquita con los mamelucos. Su esplendor se acabó en el siglo XV, cuando un saqueo lo destruyó, junto a toda la ciudad, y convirtió esta maravilla en un montón de ruinas que ya sólo sirvieron para que la policía del desierto lo utilizase en sus ejercicios y las tribus nómadas encontraran refugio en las frías noches.

Añadimos el siguiente link que creemos que será últim para captar el encanto de Palmira.

 

Por otro lado encontramos en Siria, Alepo. Ésta ciudad presume de ser la ciudad más antigua del mundo. Nació como ciudad para establecerse durante las rutas comerciales entre Anatolia, Mesopotamia y la Costa del Mediterráneo. No obstante, ésta ciudad ahora es la ciudad donde podemos ver de manera más veraz el ritmo de vida en Siria. Ver como una mujer ataviada en un burka, saca un iphone para hacer sus fotografías. Los zocos son otro  de los atractivos de la ciudad. Actualmente es la ciudad más industrializada de Siria. Siria es un país poco abierto al turismo, pese a poseer infinidad de recursos. Pero Damasco es el lugar más visitado. Poco conocida en el mundo occidental. Pero es una referencia en el turismo de interior y para el turismo musulmán.
 
 

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